(Johanesburgo, Sudáfrica, 1955)
Creador polifacético, su obra tentacular mezcla técnicas y disciplinas, desarrollando su trabajo escénico y plástico como cuerpos siameses que se retroalimentan y completan. Kentridge se expresa con esculturas, lienzos, recortes y collages, ópera, videoinstalaciones… El punto de conexión entre los distintos soportes es el dibujo, donde el predominio del blanco y negro conecta la textura tradicional de la película cinematográfica con las prácticas gráficas: carboncillo, grafito, tinta. Su obra comprometida y política, tiene una vocación metafórica y poética. Drawings for Projection es una serie de once cortometrajes que constituyen una crónica crítica de la historia sudafricana desde el apartheid hasta el presente. Su técnica de animación es laboriosa y artesanal, dibuja con caboncillo y pastel que modifica borrando, añadiendo y volviendo a trabajar los elementos. Filma cada estadio del proceso y lo modifica continuamente, a veces dejando en la hoja «restos fantasmales» de las marcas previas. Kentridge visualiza, de este modo, el paso del tiempo y la estratificación de la memoria, uno de los temas principales de su obra. More Sweetly Play the Dance, un espectacular friso en movimiento de casi cuarenta metros de largo y ocho pantallas donde se evocan las dinámicas de una procesión ritual, de una manifestación de desposeídos, de un flujo de refugiados escapando de una crisis o de una danza medieval de la muerte.
En Medialab se proyectó Johannesburgo, 2ª mayor ciudad después de París (1989), uno de los ocho cortos de su serie titulada Dibujos para proyección, con Soho Eckstein, un promotor inmobiliario de Johannesburgo, y el soñador Felix Teitelbaum, su alter ego. La serie desarrolla la historia de los dos alter egos antagónicos, Eckstein, vestido de raya diplomática, y Teitelbaum, que está desnudo, y se centra en su deseo compartido por la esposa de Eckstein. La trama se desarrolla en el contexto del desmoronamiento de la política de apartheid de Sudáfrica y los predicamentos psicosociológicos que la acompañan y reflejan la historia. Las tierras baldías y las minas de Johannesburgo hablan del poder de Eckstein y su impacto traumático en el medio ambiente y sus habitantes.